
Son muchas las ciudades que desde hace años regulan el aparcamiento en la vía pública, principalmente por una necesidad lógica de los tiempos en los que vivimos. Los primeros sistemas de estacionamiento regulado aparecen en la ciudad de Oklahoma, en Estados Unidos. Surgieron, mediante el uso de parquímetros mecánicos, tras el intento de disuadir a los conductores que trabajaban en el área céntrica de la ciudad de Oklahoma, de no dejar el vehículo estacionado delante de las tiendas durante todo el día, especialmente en las calles más transitadas, restringiendo y limitando el uso de dichas plazas a los potenciales clientes y demás transeúntes de la ciudad. El principal objetivo era conseguir evitar que los lugares de aparcamiento del centro de la ciudad fueran ocupados todo el día sólo por unos pocos usuarios, permitiendo la rotación en dichas plazas.
Dentro de la zona regulada se fija un tiempo máximo de estacionamiento en función de la cantidad abonada con el objetivo de conseguir el aprovechamiento máximo de las plazas de aparcamiento existentes, facilitando la rotación de vehículos, sobre todo en las zonas más céntricas de las grandes ciudades donde el aparcamiento supone un grave problema para los conductores. Corresponde el control de los vehículos estacionados en zonas ORA, así como el procedimiento de denuncia a los que de una u otra manera infringen la normativa, a personal específicamente encargado para esta tarea (controlador). La obtención del ticket de estacionamiento se lleva a cabo en las máquinas expendedoras denominadas parquímetros instaladas para tal fin en las cercanías de las zonas de aparcamiento.”